Estimado lector, como le mencionamos en la pasada entrega, hablaremos de los centros históricos de San Luis y Soledad, así que el día de hoy vamos a comentar en particular del centro de Soledad, pues está en proceso de la obtención de la denominación oficial de centro histórico según hemos leído en este prestigiado diario digital.
Este centro de la ciudad conocida en todo México y parte del gabacho como la cuna de la enchilada potosina (aunque se realizo alguna vez un programa televisivo por parte de una chef española) es legendario, pues como su contraparte de la ciudad de San Luis Potosí, fue punto de partida para el trazo original de la ciudad, allá por la centuria número dieciocho de nuestra era, por parte del impresentable y que hasta ahora una avenida lleva su nombre, José de Gálvez. Investigando conocí que de aquellas épocas coloniales aún hay vestigios, como un medallón de ordenanzas del rey Fernando VII, que data del año 1820, labrado en cantera, que es el monumento y símbolo más importante del municipio además de que se encuentra resguardado en el actual palacio municipal ubicado en este centro de la antes llamada Soledad de los Ranchos.
Del centro histórico de la también antes llamada cabecera y municipio de Soledad Díez Gutiérrez hasta el año de 1988, podemos mencionar atractivos como su Plaza Principal o como su nombre oficial lo dicta, Jardín Hidalgo, en donde se pueden apreciar esculturas dedicadas a la creadora del platillo típico no solo soledense, sino potosino, la enchilada potosina; Eulalio Cervantes Galarza, si lector, ese gran músico mundialmente conocido como el “SAX” de la agrupación “La Maldita Vecindad” también tiene su escultura que lo honra como soledense distinguido. La parroquia de nuestra Señora de la Soledad engalana este complejo central del centro de la cabecera municipal, con su señorío y misticismo.
Amigo lector, pero el centro de chollywood como se le llegó a conocer al municipio por las grabaciones de películas como Potosí, la espantosa “Princesa” ambas mexicanas y la super producción hollywoodense “La Leyenda del Zorro” también acarrea una serie de problemas que hace difícil pensar que se pueda llamar centro histórico y sobre todo el obtener la tan cacaraqueada como sueño guajiro denominación de pueblo mágico. Esta zona, de la desde 1988 ciudad de Soledad de Graciano Sánchez acarrea una serie de descuidos, abandonos, y falta de interés por corregirlos por parte de las autoridades municipales y sus propios habitantes. Solo hace falta dar un recorrido como lo hizo su servidor, para notar todo lo que le estoy relatando, comenzando por la limpieza de sus calles, por más que la autoridad municipal hace esfuerzo por mantenerlas limpias con cuadrillas de barrido manual y de diversas rutas de tolvas recolectoras de desechos, las calles se mantienen sucias, no se diga estimado lector, los lunes, solo dese una vueltecita por las calles Hidalgo y Juárez las principales vías de acceso y salida del centro soledense, para ver que se encuentran literalmente convertidas en auténticos muladares, pues como le comente, por las noches de los domingos y madrugada de los lunes hordas de cerdos (con perdón de los simpáticos animalitos) Se dedican a dejar en cada esquina, montículos de basura que no quieren retener en su domicilio y esperar a que pase el camión de la basura; como le comentaba, parte de la problemática son los habitantes de este lugar y que han hecho a esta actividad nociva una tradición soledense tan equiparable como el caminar de los peatones debajo de la banqueta y el circular en sentido contrario por parte de autos, motos y bicicletas con total impunidad.
Uno de los tantos problemas y desafíos para la autoridad municipal son las vialidades, sobre todo en las avenidas antes mencionadas, los autos estacionados en doble fila, en lugares restringidos para hacerlo por la señalética vial, la circulación en sentido contrario no solamente en las rúas principales sino en la totalidad de las calles del centro soledense y que decir del desorden en materia comercial, puestos ambulantes de comida estorbosos y sucios, comercios que exhiben sus mercancías en el arroyo vehicular, el “apartado” de lugares por parte de los comerciantes con todo tipo de objetos, sillas, conos, cubetas, piedras, hacen imposible el poderse estacionar en las calles del centro de Chole. Y que decir amable lector de la seguridad, otra rayita mas al tigre que hay que cargarle a la autoridad municipal, pues no es posible y leyendo las notas de las secciones policiacas de los diarios y noticieros televisivos, que, a unas cuadras del palacio municipal, sede del poder ejecutivo local, se lleven a cabo asaltos a peatones, cristalazos a los autos, robo total de los vehículos, y el colmo señoras y señores, ¡el robo de una parte de la escultura dedicada a la creadora de las deliciosas enchiladas potosinas! El robo de la figura de una niña de tamaño real, que con su soplador avivaba el fuego del anafre que forma parte de la escultura, fue cortada de tajo, en las narices de los policías que “resguardan” el palacio municipal y por ende la plaza principal soledense, ¡Hágame el fabrón cabor amigo lector!
No me haga mucho caso, pero investigando con visitantes con los que platiqué en mi visita al lugar, el paralibro que se encuentra ubicado enfrente de la parroquia de nuestra Señora de la Soledad, fue victima del vandalismo en fechas pasadas, pues sus puertas fueron violentadas y se robaron los libros contenidos en él, ojalá haya sido para leerlos y no para venderlos al kilo. Y ya que retomamos el tema de la plaza principal de Soledad, si usted la visita, la encontrará sucia, a pesar de las buena cantidad de papeleras que existen -Otra vez culpa de los visitantes- , espacios que sirven de baño público, y que despiden olores nauseabundos, falta de alumbrado, que aleja a los visitantes después de las nueve de la noche, exceso de comercios ambulantes a su alrededor, pocos espacios para estacionarse, el que sea sede de un “escuadrón de la muerte”, si, de esos grupos de teporochos que se dedican un día sí y otro también, a ingerir bebidas embriagantes y a molestar a los visitantes, pues han convertido en base de operaciones el lugar, entre muchos otros problemas, como la falta de actividades artísticas y culturales que hagan atractiva la visita a esta legendaria plaza sobre todo los fines de semana, la nula difusión turística y que a pesar de todo ello, es el punto de reunión preferido de muchos soledenses, sobre todo de la cabecera municipal, a falta de un parque o unidad deportiva en la zona.
Desde mucho tiempo atrás, en mis reuniones de café con amigos, he comentado sobre la equivocada idea de las autoridades, en este caso las municipales, del no aplicar el reglamento de tránsito, de comercio, de ecología y protección civil, en resumen, el bando de policía y buen gobierno en cada uno de estos lugares, pues siempre salen con la irrisoria respuesta de que la ciudadanía y los medios de comunicación lo tomarían como una acción recaudatoria. ¡Pues por supuesto que es recaudatoria, señores y señoras presidentes municipales! ¿A que le tienen miedo? No creo que desconozcan o se hacen como que la virgen les habla, pero en toda ciudad del mundo que se precie de serlo, la infracción a los reglamentos antes mencionados por parte de alguno de sus habitantes y visitantes se castiga con una multa de manera económica, ¿Qué no entienden que lo que más nos duele es que no toquen el bolsillo? Por favor, aunque lloremos, si faltamos a un reglamento nos merecemos una sanción, y ustedes tranquilos pues cumplen con su deber.
Y no estoy enojado amigo lector, pero para poder llegar al tan anhelado sueño guajiro de convertir al centro de la ciudad de Soledad en pueblo mágico, hace falta mucho por hacer, se necesitan de vialidades dignas y de acuerdo con el contexto histórico de la zona, quitar todo ese telebrejo de cables de luz, teléfono e internet que cuelgan a baja altura y que no permiten por ejemplo, circular un turibus, pues todos esos kilómetros de cable deberían estar colocados de manera subterránea, el control del comercio informal y formal, combatir la contaminación visual y auditiva, y sobre todo, el detener, porque ya lo perdido no se recupera, de la destrucción y depredación de las fachadas de innumerables fincas antiguas y que por la voracidad comercial se han convertido en locales sin chiste y nada atractivos para los visitantes. Falta mucho por hacer y como les comenté, el tiempo no puede regresar, pues todavía hace algunos quince años atrás, las autoridades municipales de Soledad tenían la oportunidad de convertir a la cabecera municipal en el Tlaquepaque potosino, y posicionarla como un destacado polo turístico y cultural, dada su cercanía con la capital del estado. Pero como dice el famoso “Perro” Bermúdez, “Era suya y la dejaron ir”.
Así pues, fue mi recorrido por el centro de Chole amigo lector, hay muchas cosas rescatables, como algunos de sus lugares y personajes que a diario visitan la zona y con los que tuve la oportunidad de platicar y otros, que ya se nos adelantaron al siguiente plano espectral y que ya les comentaré en futuras entregas, por lo pronto, mi andar por rumbos metropolitanos me dirige al centro histórico capitalino, así que, ¡San Luis ahí te voy!
Gracias por su atención amable lector, nos leemos en la próxima entrega, hasta pronto y que tenga buen fin de semana.