Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, tachó el tercer y último informe de la empresa DNV sobre el colapso en la Línea 12 del Metro de deficiente, tendencioso y falso, por lo que se inició el proceso de rescisión de contrato y su gobierno analiza el emprendimiento de una demanda penal.
La mandataria capitalina acusó que la empresa incumplió con sus estándares y existe un conflicto de interés debido a que el representante de DNV litigó en 2012 contra el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador y también trabajó en la administración de Enrique Peña Nieto.
Claudia Sheinbaum comentó que se presentará un informé que expondrá a detalle las deficiencias y el conflicto de interés en el tercer reporte de DNV.
DNV había sido contratada por el Gobierno de la Ciudad de México para realizar un informe independiente y tanto su peritaje como el de la Fiscalía capitalina habían concluido que el accidente se debió a una “falla estructural” de la construcción, en el periodo de 2006 a 2012, aunque todavía no hay resolución penal.
El lunes 2 de mayo, víspera del primer aniversario del accidente que causó la muerte de 26 personas y dejó 70 heridos, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló “nuevas irregularidades” en la construcción y el peritaje de la línea 12 del metro de la Ciudad de México.
La investigación de MCCI encontró bitácoras de la obra de 2008 a 2012 con “alertas de omisiones e irregularidades en tramos al frente de Grupo Carso, como la subcontratación de empresas sin las certificaciones requeridas, falta de varillas en cabezales, inconsistencias en fabricación de trabes y pernos faltantes en estructuras”.
Además, un año y nueve meses antes de la inauguración de la línea, el 30 de octubre de 2012, la empresa supervisora de la obra, IACSA, advirtió a Grupo Carso sobre “la falta de colocación de pernos” en el tramo Olivos-Tezonco, donde ocurrió el incidente de 2021.
Sobre el peritaje del derrumbe, MCCI reportó que la cadena de custodia de tres muestras de acero que formaban parte del tramo colapsado “desapareció” después de que DNV las envió por paquetería a un laboratorio de análisis en Ohio, Estados Unidos.
DNV publicó un comunicado este miércoles en el que niega que exista un conflicto de interés y asegura que la metodología empleada para el tercer informe tuvo “el mismo rigor” que la utilizada en las dos partes anteriores.